martes, 11 de febrero de 2014

Así es la vida...

La vida es como el ciclismo, en el lote hay gente que siempre va delante, halando el grupo, realizando el trabajo duro, luchando contra el viento, rompiéndolo con el pecho, luchando contra la adversidad, avisando de las irregularidades del terreno para proteger a sus compañeros. Otros van atrás dándole ánimos pero sin la menor intención de ayudarlo. Algunos se aprovechan de su esfuerzo, esperando ...sigilosamente verlo desfallecer, para atacar e irse solos hasta la meta. Una mayoría va en el lote con tranquilidad "sin pagar pasaje" conformándose sólo con llegar. Muy pocos se quedan para ayudarlo. Adicionalmente está el público, los aficionados; quienes ven la situación desde otro punto de vista, desde otra perspectiva, a veces inexplicable para ellos -él siempre va al frente, pero después se queda, no se qué le pasa-. Se realza al que pasó primero, el ¿ganador? es vitoreado, aplaudido, admirado "no importa los medios que se utilice, sino el fin último". Mientras tanto, aquel ciclista, que batalló todo el día, que aún quedando rezagado y muy agotado, se siente tan ganador como el primero, porque su accionar fue impulsado por sus valores, por sus creencias, por su proactividad. Por su fuerza de voluntad se movió el lote, lo llevó hasta la meta. Su mejor premio puede ser una palmadita de parte de sus compañeros, un sencillo agradecimiento que le revitaliza las fuerzas, lo eleva a su propio podio, lo pone listo para la siguiente carrera, que seguramente, volverá a hacer lo mismo. Así es la vida.