lunes, 21 de enero de 2008

La Universidad y su Responsabilidad Social


Julián Garrido

La Teoría de Sistemas describe diferentes tipos de sistemas, los sistemas cerrados y los sistemas abiertos, entre otros. Los sistemas abiertos como las organizaciones (empresas, asociaciones, partidos políticos, universidades, la familia) son aquellos que reciben energía del entorno, esta energía puede estar representada en la forma de información, recursos u otras que permiten una interacción permanente entre ambos. En los sistemas cerrados esta interacción está muy restringida o totalmente ausente.
La universidad, como sistema abierto, está en una constante interacción con el entorno, recibiendo energía de él (recursos materiales, financieros, presupuestario y el apropiado talento humano) además, esta energía discurre por toda la organización y también entre cada una de sus unidades operativas.
Cuando en una organización las interacciones entre sus unidades operativas son cada vez más frecuentes y continúas; se hable de una organización compleja.
Una organización, como la universidad, no puede pretender su desarrollo en forma aislada, no puede darse ese desarrollo en el seno de comunidades pauperizadas con problemas sociales que le afectan y diezman como el hambre, el desempleo y la pobreza. En Latinoamérica viven más de 200 millones de personas en condición de pobreza, producto de un capitalismo que sólo favorece a los que más tienen y que ha generado una gran deuda social. La Organización de Naciones Unidas aprobó 8 objetivos para ser cumplidos en los primeros 15 años de este siglo, Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre, Objetivo 2: Lograr la educación primaria universal, Objetivo 3: Promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer, Objetivo 4: Reducir la mortalidad de niños menores de 5 años, Objetivo 5: Mejorar la salud maternaObjetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades,Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente yObjetivo 8: Fomentar una alianza mundial para el desarrollo.
Para lograr estos objetivos es necesario que las organizaciones se involucren y se consustancien significativamente en acciones que conlleven a ello. Es una labor y compromiso ineludible y en ese sentido la universidad juega un rol importantísimo para consolidar un desarrollo cónsono con las nuevas realidades.
No puede esperarse una evolución en un entorno de involución. Para Kaufmann (1995), coevolución es “Evolución que involucra sucesivos cambios en dos o más especies o sistemas interdependientes, sean estos biológicos técnicos o sociales”. (p. 227).
La universidad, es un sistema interconectado permanentemente con el entorno. Ésta se encuentra en constante interacción con la sociedad, los constantes cambios hacen evolucionar la sociedad y a la vez al individuo y a la universidad.
La responsabilidad social de una organización es un componente esencial a considerar dentro del diseño organizativo o, mejor, dentro del espíritu de ella. La organización socialmente responsable además de cumplir con las responsabilidades que le impone la normativa legal, también cumple con otras responsabilidades no enmarcadas en la ley orientadas a su propia organización y también al entorno. Al respecto es importante resaltar el concepto de responsabilidad social de las organizaciones de Schvarstein (2003):

El idioma inglés tiene dos palabras diferentes para aludir al concepto que en español llamamos responsabilidad. Responsibility se refiere a aquello por lo cual uno se siente internamente responsable, e involucra el juzgarse a sí mismo con relación a los propios ideales y conciencia. Accountability alude a la rendición de cuentas que uno debe hacer ante otro debido a una obligación o compromiso asumido. (…) Yo puedo sentirme “internamente responsable” por ayudar a un amigo en un momento difícil, sin que el ni nadie me lo exijan. O bien puedo tener que rendir cuenta por una deuda por circunstancias ajenas a mi control contrarias a mi voluntad, sin que sienta responsable por saldarla. (pp. 47-48).

La acción de un individuo o una organización de responder positivamente a obligaciones que le son impuestas por tercero (pagar impuestos, registrarse, respetar las leyes, cumplir normas) constituye una responsabilidad exigible y representa una conducta moral.
La acción de una conducta de libre elección y que es impuesta por sí mismo, la persona o la organización, representa una responsabilidad interna (organizar una fiesta de fin de año para los empleados, realizar aportes a fundaciones que promueven la lucha contra el cáncer u otras enfermedades, ayudar a un amigo) es además una conducta ética.
Una organización es socialmente responsable cuando cumple con sus responsabilidades exigibles y sus responsabilidades internas. “Podemos decir que una organización es socialmente responsable cuando instituye un conjunto de prácticas obligatorias y voluntarias orientadas a promover la satisfacción de las necesidades sociales de sus integrantes y la de los miembros de la comunidad” (ob., cit., p. 51).
El autor (ob. cit., p. 68) señala el concepto de inteligencia social como “el conjunto de competencias necesarias para el cumplimiento de la responsabilidad social de las organizaciones”. Entendiéndose por competencia, a la acción realizada en un contexto dado para generar producto en beneficio de un organización o comunidad.
La universidad socialmente responsable se apoya en tres elementos fundamentales, lo económico, lo social y lo ambiental, en el ámbito donde se desenvuelve, de manera de tener un desarrollo sustentable.
La economía hace posible el buen uso de los recursos, sobre todo recursos que son provenientes del estado y que deben ser utilizados en forma eficaz y eficiente de manera del mejor aprovechamiento de éstos por parte de la comunidad intra y extrauniversitaria.
El asunto social viene representado por responsabilidad que debe cumplir la universidad con el entorno interno y externo, esta responsabilidad va más allá de cumplir con lo que establece las leyes, normas y reglamentos, sino que está orientada a satisfacer necesidades de la comunidad inaplazables. El nivel máximo del ejercicio de la responsabilidad social está representado por el Proyecto Comunitario, el cual es un proyecto para resolver problemas prácticos de la comunidad y su diseño y ejecución debe ser efectuado en lapsos cortos para lograr su efectividad. La sostenibilidad representa el logro de un desarrollo permanente y prolongado en el tiempo, a propósito del concepto de sostenibilidad Lagardera (2002), señala:

La sostenibilidad es una idea que surge de la mente humana con el fin de preservar tanto el medio ambiente, la vida natural, como la diversidad cultural; por lo que en primer lugar hay que aplicarla a la propia vida (ecología humana) mediante una educación física integral y en relación con los demás y con el medio natural. (p. 75).

No podemos lograr un desarrollo sostenible sí no aseguramos nuestra propia sostenibilidad, es necesario la actividad física para tener un cuerpo saludable y un bienestar general.
También, como parte del compromiso de la universidad desde el punto de vista axiológico y ético, es fortalecer en la comunidad los valores y enaltecer principios morales que sirvan de atractor organizacional que mantenga la organización en un ámbito adecuado de armonía y de objetivos coherentes con la conciencia social dentro del nuevo paradigma socialista que se desarrolla en nuestro país. No hay otra manera, es ineludible e insoslayable resaltar y elevar a un nivel prominente la solidaridad con el prójimo, con la comunidad que nos rodea y de la que formamos un sistema indisoluble. Esta comunidad, este entorno, se encuentra en diferentes niveles o escalas: local, estadal, nacional e internacional.

Referencias Bibliográficas
Kauffman S. (1995). At home in the Universe: The Search for the Laws of Self-Organization and Complexity. Reino Unido: Oxford University Press.
Lagardera O, F. (2002, 1er.trimestre). “Desarrollo Sostenible en el Deporte, el Turismo y la Educación Física”. Apunts, (67)., 70-79. Barcelona.
Schvarstein, L. (2003). La Inteligencia Social de las Organizaciones. Buenos Aires: Editorial Paidos.

martes, 1 de enero de 2008

EL HECHO DEPORTIVO

Julián Garrido

El hecho deportivo ocupa cada vez más un espacio importante en el mundo actual, la sociología moderna reconoce y resalta la significancia de la actividad deportiva y su función multilateral en la sociedad actual.
El deporte es sinérgico con los valores en los que se fundamenta la sociedad actual, la incidencia de la actividad física en la vida moderna es significativa y se ha convertido en una actividad practicada u observada por la gran mayoría de personas, además según Celma (2004), “El deporte puede considerarse como un elemento aglutinador, en algunos casos profiláctico en la nueva realidad social que se está configurando…” (p. 142).
El deporte no sólo es importante para quienes actúan en él, también lo es para un número muy significativo de personas que lo oyen u observan directamente a través de la radio y televisión.
El deporte constituye el fenómeno social más trascendente sucedido en el transcurso del Siglo XX, a pesar de haber ocurrido dos guerras mundiales en ese lapso, Dunning (2003), expresa una de las posibles razones al respecto:
Las claves de la importancia del deporte emanan de la psicología de jugadores y espectadores. Desde el punto de vista «postructuralista» o «foucaltiano», Jhon Fiske sugirió recientemente que «una de las razones de la popularidad del deporte como actividad contemporánea es su capacidad para desconectar el mecanismo disciplinario del mundo laboral». El deporte, arguyó, es un «panóptico invertido» en el que los aficionados, cuyo comportamiento «se vigila y conoce a la perfección» en el trabajo, se convierten en espectadores de jugadores que, en virtud de su «completa visibilidad», devienen «tentetiesos epistemológicos en los que los aficionados pueden descargar su frustración». (pp. 11-12).


Según esta crítica, el deporte libera al individuo de las normas cotidiana que le impone el trabajo, dejando que la carga emocional represada en un sus horas laborales se desborde en las tribunas o frente a una pantalla de televisión, convirtiéndose en participante activo del espectáculo, porque él forma parte de ese evento.
El modelo deportivo mundial y el venezolano inclusive están orientados en dos direcciones, el Deporte para Todos o deporte de masas, y el Deporte de Rendimiento o de alto nivel. El Deporte de Rendimiento es llamado deporte élite, porque comprende todas aquellas actividades tendentes a que el atleta alcance su más alto resultado deportivo posible. Este modelo comprende, entre otras, las etapas de detección y selección de talentos deportivos, formación deportiva y alta competencia.
En Venezuela, el modelo denominado Deporte de Rendimiento tiene sus inicios casi simultáneamente con el siglo pasado y se ha desarrollado consistentemente en los últimos años con la utilización de las ciencias aplicadas, herramientas metodológicas y tecnológicas de última generación, aunado a una mejor preparación de los entrenadores dedicados a aplicación, supervisión y control de los planes y programas de entrenamiento deportivo de los atletas venezolanos. En el Deporte de Rendimiento se presenta una gran carga agonística y el aspecto lúdico es proporcionalmente menor.
Bajo esta percepción, el atleta es sometido a fuertes cargas de entrenamiento en un número importante de horas de trabajo diario, en forma planificada y utilizándose métodos modernos. Además, el atleta de rendimiento realiza su actividad de entrenamiento en etapas denominadas macrociclos en lapsos muy prolongados.
Por ejemplo, la formación de un atleta de nivel olímpico puede ser superior a los veinte años, tomándose en consideración que un ciclo olímpico tiene una duración de cuatro años, lapso entre un evento y otro. El Deporte de Rendimiento se denomina también Deporte Espectáculo, siendo éste el de más alto nivel, pero que además en él intervienen los medios de comunicación con una mayor intensidad, vale decir, el deporte profesional y el deporte olímpico.
Por otro lado, el Deporte para Todos o deporte de masas es aquel orientado a un número mayor de personas que sin discriminación por discapacidades realizan actividades deportivas. En el modelo Deporte para Todos, la carga lúdica es superior a la agonística, pero siempre esta última está presente. Es decir, permanentemente subyace el deseo de superación, como ejemplo la superación de sus propias limitaciones.
El modelo Deporte para Todos incluye actividades tales como: actividad física para la salud; deporte para discapacitados, en ambiente naturales, comunal, penitenciario, laboral, entre otros.